Los pasajeros de líneas aéreas tienen derechos que no siempre conocen a hacen valer.
Como en el anuncio del refresco, ! que levante la mano quien no haya sufrido alguna jugarreta en un aeropuerto! Un casa vivido de cerca lo protagonizó una persona que habiá adquirido en California la nueva camisata con el número 24 de Kobe Bryant, la superestrella de la NBA de Los Angeles Lakes. Cuando llegó a Espana comprobó asombrada que su equipaje habiá sido abierto en el aeropuerto de Milán, donde habiá hecho escala, y que se vio abocada y a la inutilidad de las explicaciones confusas e inservibles que le dio su agencia de viajes.
Pérdida de equipajes, hurtos en las maletas, retrasos, cancelaciones, overbooking...son sólo algunos de los peajes que se acaban pagando si utilizamos como medio de transporte el avión. Por no hablar de que en aras de la seguridad nos vemos sometidos a controles, cacheos y colas, así como a estrictas limitaciones en el equipaje de mano y en nuestros movimientos por las terminales.
Y no será por leyes, nacionales e internacionales, y convenios, pues en teoría la reglamentación regula minuciosamente las indemnizaciones a las que el viajero tiene derecho en caso de que se incumpla el contrato de transporte, que en definitiva es la denominación jurídica del billete de avión.
Así las cosas, y con las vacaciones a la vuelta de la esquina, no está de más recordar que en caso de overbooking - venta de más billetes que plazas, con la consiguiente denegación de embarque-, el pasajero tiene derecho a una indemnización de entre 250 y 600 €, dependiendo de la distancia a recorrer del vuelo, y además a escoger entre el reembolso del precio, la conducción al destino lo más rápido posible o en la fecha que el viajero elija, y en todo caso, a comida y alojamiento en un hotel a que deberán transportarle. Es lamentable, no obstante, que el overbooking no sólo sea algo habitual, sino legal. Esta práctica se sustenta en que al comprar un billete no se garantiza que se nos entreque la tarjeta de embarque correspondiente, sino que es precisamente esta la que da derecho o ocupar un asiento. En países en los que viajar en avión es como subirse al coche de línea, hay personas que hacen auténticos negocios al "ceder" su plaza a cambio de dinero a quienes no pueden embarcar por exceso de demanda. Así, esperan unas horas, obtienen una compensación, viven un día de balde y vuelan al día siguiente.
Pero en Espana, donde sigue siendo un acontecimiento personal coger un avión, la quiebra de las expectativas nos produce indignación y quebraderos de cabeza. En caso de cancelaciones o retrasos existe un baremo de compensaciones y un parecido elenco de obligaciones a cargo de la compania aérea, pero hay que tener en cuenta que esta na tendrá que indemnizarnos si demuestra que el retraso o la cancelación no es achacable a ella, si se dan razones extraordinatias o si la compania había anunciado la anulación del vuelo con dos semanas de antelación. La indemnización por los retrasos dependerá de la distancia prevista del vuelo y de la duracíon de la demora. Por senalar el caso extremo, en el supuesto de que el retraso sea superior a 5 horas, el viajero tendrá derecho al reembolso del precio pagado en el plazo de 7 días.
En cuanto a la pérdida del equipaje, retraso en su entrega o si observamos una manipulación, como la falta de algún objeto, es indispensable, formular la queja ante el mostrador de la compania a la mayor brevedad - y también en la agencia de viajes, si allí compramos el billete-, siendo conveniente además rellenar una hoja de reclamaciones, momento en que las autoridades de protección al consumidor podrán, además, adoptar mididas sancionadoras.
Desgraciadamente, y a pesar de que nuestra amiga de California se quejó de su pérdida, nunca apareció la camiseta de Kobe Bryant, que probablemente luce ahora algún empleado de handling des aeropuerto de Milán.
Y no será por leyes, nacionales e internacionales, y convenios, pues en teoría la reglamentación regula minuciosamente las indemnizaciones a las que el viajero tiene derecho en caso de que se incumpla el contrato de transporte, que en definitiva es la denominación jurídica del billete de avión.
Así las cosas, y con las vacaciones a la vuelta de la esquina, no está de más recordar que en caso de overbooking - venta de más billetes que plazas, con la consiguiente denegación de embarque-, el pasajero tiene derecho a una indemnización de entre 250 y 600 €, dependiendo de la distancia a recorrer del vuelo, y además a escoger entre el reembolso del precio, la conducción al destino lo más rápido posible o en la fecha que el viajero elija, y en todo caso, a comida y alojamiento en un hotel a que deberán transportarle. Es lamentable, no obstante, que el overbooking no sólo sea algo habitual, sino legal. Esta práctica se sustenta en que al comprar un billete no se garantiza que se nos entreque la tarjeta de embarque correspondiente, sino que es precisamente esta la que da derecho o ocupar un asiento. En países en los que viajar en avión es como subirse al coche de línea, hay personas que hacen auténticos negocios al "ceder" su plaza a cambio de dinero a quienes no pueden embarcar por exceso de demanda. Así, esperan unas horas, obtienen una compensación, viven un día de balde y vuelan al día siguiente.
Pero en Espana, donde sigue siendo un acontecimiento personal coger un avión, la quiebra de las expectativas nos produce indignación y quebraderos de cabeza. En caso de cancelaciones o retrasos existe un baremo de compensaciones y un parecido elenco de obligaciones a cargo de la compania aérea, pero hay que tener en cuenta que esta na tendrá que indemnizarnos si demuestra que el retraso o la cancelación no es achacable a ella, si se dan razones extraordinatias o si la compania había anunciado la anulación del vuelo con dos semanas de antelación. La indemnización por los retrasos dependerá de la distancia prevista del vuelo y de la duracíon de la demora. Por senalar el caso extremo, en el supuesto de que el retraso sea superior a 5 horas, el viajero tendrá derecho al reembolso del precio pagado en el plazo de 7 días.
En cuanto a la pérdida del equipaje, retraso en su entrega o si observamos una manipulación, como la falta de algún objeto, es indispensable, formular la queja ante el mostrador de la compania a la mayor brevedad - y también en la agencia de viajes, si allí compramos el billete-, siendo conveniente además rellenar una hoja de reclamaciones, momento en que las autoridades de protección al consumidor podrán, además, adoptar mididas sancionadoras.
Desgraciadamente, y a pesar de que nuestra amiga de California se quejó de su pérdida, nunca apareció la camiseta de Kobe Bryant, que probablemente luce ahora algún empleado de handling des aeropuerto de Milán.
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