Un pájaro de veulo baja pero prestaciones muy altas

El primer híbrido entre dirigible, avión y helicóptero será capaz de cargar 500 toneladas. Uno de sus modelos se destinará a un crucero aéreo de lujo.

Quizá estemos a punto de vivir una revolución del transporte con igual rapidez con la que se desarrolló internet. Igor Pasternak, presidente de una empresa californiana, está convencido de ello y, como prueba, aporta el prototipo de un híbrido entre dirigible, avión y helicóptero.

Según sus diseñadores, el "cuarto vehículo", bautizado Aeroscraft, posee una capacidad de carga de 500 toneladas y puede recorrer una distancia de 12.000 millas náuticas (22.224 kilómetros) en siete días, con una velocidad máxima de 280 kilómetros por hora. Para tener una idea de esta capacidad, un avión Hércules C-130 puede cargar durante una misión táctica un límite de peso inferior a 20 toneladas hasta una distancia de 2.300 kilómetros.

Otro beneficio de la nueva nave radica en su facilidad para posarse sobre tierra o agua, incluso sobre un terreno irregular, ya que no precisa pista de aterrizaje. Además, sus fabricantes promocionan la ventaja de que será menos contaminante y más silencioso que otros medios de transporte: el 70 por ciento del despegue correrá a cargo del consumo de helio, el gas que mueve los dirigibles.

Asimismo, incorpora el sistema de propulsión característico de los aviones y un tipo de despegue y aterrizaje vertical idéntico al de los helicópteros.

La misión del Aeroscraft con mayor rentabilidad económica sería el traslado de mercancías. Pero la apuesta más llamativa de la compañía que lo desarrolla, Aeros Aeronautical Systems, es su adaptación al transporte de viajeros en un sofisticado crucero. Volará a baja altitud (unos 3.300 metros) proporcionando vistas aéreas a sus pasajeros. Los modelos más espaciosos medirán 200 metros de longitud y tendrán 200 plazas. Su originalidad también abarca la distribución del espacio, con amplias salas, restaurantes, cafés, tiendas y hasta un spa, y una lujosa decoración.

El principio de este sueño aeronáutico fue un encargo de la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA), el organismo estadounidense que financió el desarrollo de internet: pidieron a Aeros un tipo de transporte aéreo con capacidad para grandes cargas y capaz de llegar a lugares de difícil acceso. La empresa, que hasta ahora fabricaba dirigibles, cree haber dado en el clavo. Cuando fabriquen el primer modelo, en un par de años, sólo faltará la certificación de la Administración de Aviación Federal estadounidense.